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FeLV: Estrategias para su prevención

El virus de la leucemia felina (FeLV) es un gammaretrovirus que afecta a gatos domésticos a lo largo de todo el mundo. También afecta a pequeños felinos salvajes incluyendo Felis silvestris y Lince ibérico y europeo. Todos los retrovirus incluyendo FeLV, son virus con envoltura que presentan un genoma de ARN monocatenario y se replican a través de una forma intermedia de ADN bicatenario. Este proceso se lleva a cabo mediante una enzima: la retrotranscriptasa o transcriptasa inversa, que dirige la síntesis de ADN a través de ARN. Una vez se ha pasado de ARN monocatenario a ADN se inserta dentro del ADN propio de la célula infectada donde se comporta como un gen más, ese ADN integrado se denomina provirus.

leucemia-gatos

El genoma del FeLV contiene 3 genes principales:

  1. env : codifica para la glicoproteína gp70y la proteína transmembrana p15.
  2. pol: que codifica la transcriptasa inversa, la proteasa y la integrasa.
  3. gag: codifica las proteínas internas estructurales del virus incluyendo p27, considerada el antígeno común del grupo, y usada en los test diagnósticos.

Además de este virus denominado FeLV exógeno, en los gatos domésticos existe una forma endógena de retrovirus, el enFeLV (1). Se cree que se originó hace miles de años en gatos que habían comido ratones infectados con el virus de la leucemia murina (MuLV), el cual fue capaz de incorporarse al genoma de esos gatos, y se ha ido transmitiendo de forma vertical. Por si mismo no puede replicarse ni producir virus ni posee patogenicidad, pero es importante al combinarse con la forma exógena.

Se conocen 4 subgrupos de FeLV exógeno (A, B, C, and T). El subgrupo FeLV-Aes el predominante en la población de gatos libres y a menudo es de baja patogenicidad (2), se asocia a las formas inmunosupresoras causantes del 80% de las muertes, y es el único medio de contagio. Los subgrupos patógenos. FeLV-B, -C, y -T, son generados por recombinación en la zona env entre el subgrupo endógeno A y la secuencia proviral del endFeLV (3). FeLV-A, -B, -C, y -T están a menudo asociados respectivamente con formación de tumores anemia aplásica y disfunción de la médula ósea y depleción linfoide (tropismo por linfocitos T) y enfermedades inmunomediadas. (4).

Transmisión de la Leucemia Felina

Los gatos con viremia son la fuente natural de infección. El virus es eliminado por saliva, secreciones nasales, heces y leche. La forma principal de transmisión es el acicalamiento mutuo, pero también puede trasmitirse por mordeduras.

 

Después de la exposición el virus del FeLV puede ser encontrado en los tejidos linfoides locales; desde allí se disemina mediante los monocitos y linfocitos al resto del cuerpo.

Si una hembra gestante sufre viremia, normalmente se produce muerte embrionaria, muerte del feto, o nacimiento de gatitos que se debilitan rápidamente.ciclo-felv

En hembras con infección latente, normalmente no hay trasmisión durante la gestación.

Aun así, en ocasiones los gatitos se vuelven virémicos tras el nacimiento, se debería a que algunas glándulas mamarias donde el virus estaba latente, no sufren desarrollo hasta la última fase de la gestación, eliminando entonces virus en la leche, e infectando a los gatitos.

Los principales factores de riesgo (5) son:

  • edad temprana
  • mala higiene
  • alta densidad poblacional
  • machos

Los gatitos jóvenes son especialmente sensibles a la infección; con la edad, los gatos aumentan su resistencia. Aunque los gatos ancianos son generalmente más resistentes a la infección, aun pueden infectarse si la carga vírica trasmitida es alta (6).

El virus del FeLV no sobrevive mucho tiempo fuera del hospedador y es destruido rápidamente por desinfectantes, jabón, calor y desecación. La trasmisión por fómites es muy poco probable. Sin embargo el virus si podría sobrevivir si se mantiene a temperatura ambiente, por lo que existe un riesgo potencial de trasmisión vía fómites si se usan agujas, instrumental quirúrgico o transfusiones de sangre contaminadas.

Recordatorio diagnóstico FeLV

 
Desarrollo de la enfermedad tras la exposición al FeLV FeLV p27 antígeno en sangre Aislamiento virico en sangre Aislamiento en tejidos ARN viral en sangre (PCR) Provirus en sangre (PCR) Eliminacion de virus Enfermedades asociadas al FeLV
Infeccion progresiva + + + + + + Comunes
Infección regresiva Negativo o positivos transitorios Negativo o positivos transitorios Negativo o positivos transitorios Negativo o positivos transitorios + Raras
Infección Abortiva No testar Raras
Infección Focal + No testar No testar Variable Raras

 

Prevención FeLV

Manejo general

En cualquier comunidad felina, los gatos infectados por el FeLV deberían ser mantenidos aparte de los gatos sanos. También se debería evitar el vagabundeo, para prevenir tanto la diseminación del virus en el vecindario, como la exposición de dichos gatos FeLV positivos a enfermedades (son animales con su sistema inmune comprometido); esto último también sería aplicable a la hospitalización en centros veterinarios, deben mantenerse en jaulas individuales, y en una zona distinta a los gatos con enfermedades respiratorias.

Se debe evitar dar carne cruda para prevenir infecciones bacterianas o parasitarias (toxoplasmosis).

Tanto machos como hembras deben ser castrados para evitar montas y trasmisión del virus en las mismas y en la gestación.

En casas con más de un gato, si uno de ellos es diagnosticado como positivo a FeLV, todos los residentes deben ser testados para determinar su estado. Si se encuentra algún otro positivo, deberían irse testando periódicamente e ir separando o retirando los positivos, hasta que todos los gatos testados den negativo. La mejor manera de prevenir la diseminación de la infección es aislar a los individuos infectados y evitar la interacción con los sanos. Sin embargo, en la vida real, es muy difícil que un propietario se decida a separar gatos que llevan conviviendo años y formar dos grupos separados.

Si los dueños deciden mantenerlos juntos, los gatos sanos deben ser vacunados contra el FeLV, para intentar aumentar sus niveles naturales de inmunidad. Los gatos deben ser mantenidos separados al menos 2 meses hasta que se complete la primovacunación, para permitir el desarrollo de una inmunidad efectiva.

Aunque la protección conferida por la vacuna de FeLV es elevada, no se puede depender únicamente de ella.

Protectoras y albergues

RECOMENDACIONES RESPECTO AL DIAGNÓSTICO

El diagnostico de FeLV en albergues y colectividades sigue los mismos principios que en gatos caseros. Idealmente, todos los gatos deberían ser testados antes de incorporarse al albergue, o antes de su adopción. Todos los gatos que habitualmente son recogidos en los centros de acogida y protectoras, deben ser considerados como potencialmente infectados ya que han estado expuestos sin duda. Dado que el pasado de dichos gatos es desconocido, y no sabemos cuando han podido estar expuestos al FeLV, es recomendable repetir el ELISA 2 meses después del primero, para ver la evolución.

Esto también sería aplicable a gatitos huérfanos, ya que pueden haber sido infectados por la madre u otro gato, pero ser aun negativos en el momento de su ingreso al albergue, por no haber desarrollado aun viremia.

Aunque los test ELISA iniciales son rutinariamente usados en muchas protectoras, los test posteriores para confirmar o pruebas como el PCR son un gran problema. Los elevados costes, retrasos y dificultad para su correcta interpretación en casos de resultados discordantes hace que muchas protectoras no realicen dicho proceso.

Los análisis pueden ser opcionales al entrar el gato únicamente si van a estar alojados en jaulas individuales. Algunos albergues testan a los gatos en el momento de su adopción en vez de en su admisión, sobre todo si los recursos son escasos y se prevé que gran parte de esos animales no vayan a ser adoptados.

En algunos casos, los recursos de la protectora no permiten testar todos los gatos antes de ser dados en adopción. En esa situación, se deberían priorizar los gatos en situaciones de alto riesgo, como gatos enfermos, machos adultos y gatos con sospecha de haber estado expuestos a gatos positivos.

En estas protectoras o aquellas que no realicen test alguno, los gatos deberían ser alojados siempre individualmente y siempre recomendar al adoptante que teste los gatos en su propio veterinario lo antes posible. Debe darse un documento explicando esto claramente. La nueva mascota debe mantenerse separada de otros gatos hasta que dichas pruebas sean realizadas.

En albergues que dan cobijo a gran número de gatos por periodos prolongados de tiempo, se recomienda retestar anualmente.

La presencia de la infección es variable entre camadas, gatos salvajes de colonias y gateríos. Testar solo algunos individuos de una colectividad y extrapolarlo a la generalidad es de poca utilidad dada la baja prevalencia a menudo de los retrovirus incluso en gatos libres. Los registros deberían ser individualizados y reflejar cada prueba realizada y en qué momento a cada individuo.

Los test deben realizarse cumpliendo escrupulosamente las instrucciones del fabricante, para evitar fallos por mal manejo. Procedimientos como mezclar muestras de una colectividad y analizarlas como una, reducen la sensibilidad y no deben realizarse.

 

PREVENCIÓN DE LA TRANSMISIÓN EN PROTECTORAS

A diferencia de otras enfermedades como la panleucopenia o los virus respiratorios, el virus del FeLV es fácilmente inactivado con la desinfección de rutina y no se disemina por contacto indirecto. Sin embargo el FeLV se transmite iatrogénicamente a través de pequeñas cantidades de fluidos corporales contaminados, como saliva y sangre. Por este motivo, los instrumentos quirúrgicos y agujas nunca deben ser compartidos entre gatos, incluso entre la misma camada, sin ser esterilizados previamente.

La vacunación contra FeLV normalmente no está recomendada en aquellos albergues que puedan alojar individualmente a los gatos. En dichos centros, los escasos recursos están generalmente mejor invertidos en realizar los test, dejando la decisión de vacunar al futuro adoptante y su veterinario, que evaluara el riesgo al que ese gato va a estar expuesto en su nuevo hogar.

En los lugares donde los gatos estén alojados en grupo, la vacunación contra el FeLV está recomendada. El alto volumen de gatos con antecedentes desconocidos aumenta el riesgo de trasmisión de FeLV en esos albergues o casas de acogida, especialmente si no es posible realizar una correcta cuarentena y posterior seguimiento.

Donantes de sangre

Los gatos usados como donantes de sangre deben ser previamente testados contra FeLV por PCR(8).

Criadores

La prevalencia del FeLV es ahora muy baja en centros de cría de gatos de pedigrí en muchos países europeos, en su mayoría como resultado de programas de testaje rutinario y retirada del proceso de cría de los animales positivos. Se recomienda testar rutinariamente cada 6 meses o anualmente.

El contacto debe limitarse a gatos de establecimientos que cumplan los mismos programas de screening rutinario. Si alguno de los gatos tiene acceso al exterior y ocasión de contactar con gatos vagabundos de estado desconocido, deben ser vacunados para prevenir el contagio.

Clínicas veterinarias 

 Los retrovirus son inestables fuera de sus hospedadores, y pueden ser rápidamente inactivados por detergentes y desinfectantes usados en los hospitales veterinarios. La trasmisión del FeLV en las clínicas es por lo tanto fácilmente evitable manteniendo las medidas rutinarias de higiene y desinfección.

Sin embargo el FeLV se transmite iatrogénicamente a través de pequeñas cantidades de fluidos corporales contaminados, como saliva y sangre, sobreviviendo aun desecados más de una semana. Por este motivo, los instrumentos quirúrgicos y agujas nunca deben ser compartidos entre gatos, incluso entre la misma camada, sin ser esterilizados previamente.

El mismo protocolo se aplica a los tubos endotraqueales, circuitos anestésicos, instrumentos dentales y otros instrumentos potencialmente contaminados. Los sistemas de infusión, recipientes donde se den medicaciones y comederos y bebederos, pueden estar contaminados con fluidos y no deben compartirse entre pacientes.

Todos los pacientes infectados deben alojarse en jaulas individuales, manteniéndose sin problemas en la sala general de hospitalización. Dado que son pacientes inmunosuprimidos, no deben ser alojados en la sala de aislamiento con gatos que sean portadores de enfermedades contagiosas. El personal debe lavarse las manos entre pacientes y tras sujetar los animales o limpiar sus jaulas.

Vacunaciones

La primera vacuna comercial fue desarrollada en USA en 1984. Se basaba en preparados convencionales de antígenos del virus del FeLV, y protegía a los gatos de la viremia.

Varias vacunas están ahora disponibles en Europa, algunas de ellas obtenidas a través de la tecnología de ADN recombinante. Una de dichas vacunas conteniendo la glicoproteína de la envuelta viral y parte de la proteína transmembrana, expresadas en E.coli fue la primera vacuna fabricada por ingeniería genética para pequeños animales.

Una preparación mas reciente usa un canarypoxvirus para llevar los genes de la glicoproteína de la envuelta gp70 y la proteína de la capsula viral p27. Tras su inoculación se replica el poxvirus, expresándose dichos genes. La protección es conseguida a través de la estimulación de la inmunidad celular, que conduce a un rápido desarrollo de anticuerpos neutralizantes cuando los gatos vacunados se encuentran con el virus “de campo”.

CONSIDERACIONES GENERALES

Las diferencias entre las varias marcas de vacunas existentes en el Mercado, son mas notables que en otras vacunas de diversas enfermedades felinas. Hay diferencias demostrables en el desarrollo de la protección. Sin embargo los resultados de los estudios comparando la eficacia de distintas vacunas pueden ser engañosos, a causa de las diferencias en los protocolos usados.(10)

Ninguna vacuna de FeLV tiene el 100% de eficacia y ninguna previene la infección. Los gatos que superan la presencia de p27 en sangre, sin excepción, se convierten en provirus positivo en sangre y son también positivos para ARN viral en el plasma, aunque a niveles muy bajos comparados con los gatos virémicos persistentes. Estos experimentos confirman que la vacunación contra el FeLV no induce inmunidad esterilizante (no protege de la infección)(11).

Observaciones a largo plazo de gatos vacunados tras desafío experimental, indican que los bajos niveles de viremia de ARN y ADN proviral, no son clínicamente importantes y estos gatos pueden considerarse protegidos.

¿VACUNAR O NO?

En la mayoría de circunstancias, la inmunización contra FeLV debe ser parte de los programas de vacunación rutinarios. Provee buena protección frente a una enfermedad grave y potencialmente mortal y los beneficios superan cualquier riesgo de efectos adversos.

Solo si la posibilidad de exposición al FeLV es nula, puede valorarse no vacunar. Hay que valorar que las condiciones de vida tanto del propietario como del gato pueden variar, con mudanzas, accesos al exterior o adopciones acogidas de gatos sin testar, conduciendo a exposiciones potenciales (12).

Primovacunación

Todos los gatos con riesgo de exposición deben ser vacunados, la primovacunación a los 8-9 semanas de edad y de nuevo a las 12 semanas de edad, junto con el resto de vacunas principales (14). Si se desconoce si un gato es o no FeLV positivo, el test debe realizarse siempre antes de la vacunación.

Revacunación

Aunque existen datos publicados (13) que sugieran una duración de la inmunidad mayor de 1 año tras la primovacunación, la mayoría de fabricantes recomienda revacunaciones anuales. Sin embargo en vista de la baja susceptibilidad de los gatos adultos a la infección, el ABCD sugiera que una revacunación cada 2 o 3 años podría ser suficiente para gatos mayores de 3 o 4 años.

Vacunación de gatos inmunosuprimidos

La vacunación de gatos positivos a FeLV o portadores latentes no aporta ningún beneficio y no se recomienda en absoluto. En varios estudios, los gatos positivos a FIV, han demostrado beneficiarse en gran manera de la vacunación frente a FeLV, comparativamente con animales positivos no vacunados. Se recomienda pues vacunarlos, pero solo si están en situaciones de riesgo.

Los gatos con enfermedades agudas no deberían ser vacunados, pero gatos con enfermedades crónicas como IRC, diabetes, hipertiroidismo, deben ser vacunados regularmente si están en riesgo de exposición al FeLV. Los gatos que estén recibiendo corticoesteroides u otras drogas inmunosupresoras, tendrán su respuesta inmune suprimida, particularmente la inmunidad mediada por células, por lo que su uso en el momento de la vacunación debe ser evitado.

Respecto a la vacunación de otras enfermedades de gatos positivos a FeLV, habrá que valorar cuidadosamente si están en riesgo, y si es necesaria, se prefiere usar vacunas inactivadas.

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